Nilton Santiago (Lima, Perú) es licenciado en Derecho y Ciencias
Políticas y autor de El libro de los espejos (2do Premio
Copé de Poesía 2003 en su XI Bienal) y de La oscuridad de los gatos era nuestra
oscuridad (II Premio Internacional de la Fundación Centro de Poesía
José Hierro). Recientemente ha publicado El equipaje del ángel (XXVII Premio
TIFLOS de poesía, VISOR LIBROS, Madrid, 2014) y ha quedado finalista de la
última edición del Premio ADONÁIS de Poesía 2014. En la actualidad reside en
Barcelona.
LAS ABEJAS NO SABEN AÚN LAS BONDADES DE LAS
REPÚBLICAS
Hace casi ya un siglo
que te vi por última vez
y eso fue esta mañana,
desde luego, estabas
irreconocible, habías borrado el rojo de tu sangre
y un poco de cielo de
tus ojos, tenías otro nombre
y eras demasiado joven
para usar tus pulmones para respirar,
aun así rompiste todos
los protocolos del amor y de los ambulatorios
y me tocaste el corazón,
dejándolo como una de esas manzanas
de caramelo que venden
en los parques de atracciones.
En ese entonces, para
pasar el rato, pasaba horas mirando el cielo
hasta que te veía
leyendo la suerte en las manos de Dios,
distraída como siempre
dejándote lamer el yeso
del alma por familias enteras de camaleones
/ex presidiarios.
Los comunistas sólo me
hablaban para pedirme consejos de cómo
/conocerte,
de cómo hacerte el amor
con la herrumbre de sus huesos,
pero pasabas de ellos /
todos tenemos suficientes fantasmas
como para volvernos
parte de uno —decías—
mientras ponías a la
hora todos los relojes de arena de la ciudad.
No puedo quitarme de la
cabeza esas mañanas
en las que dejar de
soñar era como descargar camiones llenos de
/estrellas
y leer el diario —qué
tontería— como si hiciésemos la autopsia de
/nuestro tiempo
(es muy curioso, pero
para los aymaras
los hablantes están de
cara al pasado y de espaldas al futuro)
Ya sé que me repito como
el ajo, pero no es ninguna broma que la
/prensa libre
únicamente sirva para
envolver pescado
o quizás para enterarte
de cosas como que la mayoría de los peces de
/colores
sólo tienen tres
segundos de memoria
o que hay un senador
estatal de Nebraska
que acaba de presentar
una demanda contra Dios.
Tengo que confesar que
el “Tea Party” me estriñe
y también algunos
discursos de mis colegas, los progresistas,
esos que escapan de las
ambulancias de la realidad con sus patas de
/palo.
Caray, tampoco puedo
quitarme de la cabeza
el que no hay nada de
malo en desear la muerte de un dictador
o que en Latinoamérica
ya no son necesarios los golpes militares,
(porque ya están todos
en los gobiernos).
En estos casos, también
la vida de un poema, como la de un telediario,
es el anticipo de la
sonrisa de una libélula desahuciada de la luz.
Se me va la olla cuando
escribo, lo sé,
es que no me gusta la
poesía oscura
y por eso leo cada día
el horóscopo de Unica Zürn, la mujer magnolia,
y también los largos
manifiestos que fueron redactados sobre las
/piedras de la noche
y que ahora los puedes
encontrar husmeando en google.
Hace casi ya un siglo
que te vi por última vez
y eso fue esta mañana,
sé que me esperabas
detrás de una gota de lluvia
me esperas y sé que es
inútil, aún queda un siglo para vernos
y la vida no da para
tanto,
por ahora, encárgate de
limpiar los paisajes que salen de tu voz
que este siglo, solo
para variar, tan sólo,
me toca ser un árbol
camino al aserradero.
Por cierto, amigos
oficinistas, también se va al cielo en ascensor
y
tranquilos, es físicamente imposible para los cerdos mirar al cielo.
LA SOLEDAD NUNCA NOS DEJA A
SOLAS
En poesía 1 + 1 es “0”,
es decir, una rosa enferma, solía decir Lawrence
/Ferlinghetti
ese animal paradójico
que recogía toda la luz de la luna por las noches
para luego venderla en
las gasolineras,
en cualquier caso,
también el pintalabios de Gisele Bündchen
no es lo que parece, es
decir, todas las primaveras que ha padecido el
/mundo
encerradas en un espejo
que ha olvidado su oficio,
es decir, fabricar
estrellas de mar y venderlas
como se vende el agua
embotellada los días que llueven erizos.
La mañana del 24 de
marzo de 1919 encalló, cerca de Yonkers, New
/York,
el arca de los dones, en
la vida “real” esto no sería más que otro suceso naufragando
en la portada de los
telediarios
pero en poesía,
significó la llegada al mundo de Lawrence,
buen amigo de Allen y de
los dos “Jack” (Kerouac & Prévert)
a los 14 años ya
rasguñaba las estrellas con su maquinilla de afeitar
y a los 30 ya había
hecho un doctorado en la Sorbonne
sobre la influencia del
chamanismo en Wall Street,
aunque él lo hubiese
querido hacer sobre los desayunos de Ezra
/Pound
o sobre los ronquidos de
Gregory Corso.
Otra mañana, esta vez en
Río Grande do Sul, llegó a la tierra el origen
/del mundo,
es decir, Gisele,
la descubrieron cuando
tenía 13 años regando, con la mirada, las estrellas de su jardín
esto pasó en la vida
real pero en poesía queda mejor decir que la
/vieron
devorando una
hamburguesa
mientras discutía con el
sastre de la imaginación de Ronald
/McDonald.
Ahora, a los 30, Gisele
ya no deja en bragas a la estatua de la libertad
ni paraliza la
respiración de Dios cuando éste espía el mundo a través de sus ojos
pero sigue alborotando
el gallinero, es decir, la gota de rocío que es el
/mundo
entre sus manos limpias
de enfermera de guerra.
En poesía, “0” + “0” es
el origen del universo y también de la mirada
/de Cesare Pavese
esto no lo escribí yo a
los 13 años
porque nunca tuve 13
años, sino 365 días llenos de pompas de jabón,
esto se diría así en la
vida real
pero en poesía, 365
pompas de jabón es lo mismo que decir 15
/atentados con “coche bomba”.
En ese entonces, mi
soledad huía de los toques de queda y de los
/controles militares
y se quedaba quieta,
bajo la sábana, luchando contra los molinillos de
/viento
que eran las sombras de
las velas en los candelabros,
esas que solíamos tener
en casa por la falta de luz eléctrica.
Ahora se me “está
pasando el arroz” (pensar en hijos me da sarpullido)
y no tengo en el banco
ni 30 estrellas vegetales de Tartaria
no tengo ningún
doctorado y tengo miedo hasta de la guardia urbana,
es cierto, ya no existe
Sendero Luminoso
ni el ejército
revolucionario para la liberación de las flores,
pero mi soledad aún
sigue allí, despierta bajo las sábanas de tu
/nombre
bien repartida entre 365
días llenos de pompas de jabón.
Por cierto, dicen que
nuestro corazón late más de 100.000 veces al día
y que la luna, ese
vertedero de lágrimas, pesa 81 billones de toneladas
no obstante, en materia
poética,
esto es, en la vida
real, la luna tiene el peso exacto del corazón de
/Giselle
es decir, el de 100.000
pompas de jabón,
esto me lo contó una vez
Lawrence,
buen amigo de los
chatarreros del paraíso que algunos han visto en su
/corazón.
¿ACASO SE LE PIDE A UN VIRUS QUE AME A OTRO VIRUS?
Allí, bajo tus párpados,
viejo alquimista, está escrito que moriríamos
/olvidados
entre las cenizas de
Diógenes de Sinope «el Cínico» y Epicuro de
/Samos
(Vaya dos, ahora serían dos
taxistas,
de esos que no paran de
hablar de la soledad
de las ballenas que
transportan del mar al mercado y viceversa)
que eso de tener hijos
era como no tener pudor
o que la muerte es como
el amor: un gran malentendido.
“Sin
Bach, Dios sería una figura completa de segunda clase”
/ciertamente
y también estaba escrito
que acabaríamos en un cementerio de gorilas
o que los beatnik serían
los nuevos dueños del circo.
Los ángeles son
agnósticos dices, toman analgésicos de madrugada
y tienen el aliento
fresco, como las cartas de Simone Weil,
pero nadie los entiende
porque –claro- tienen algo de chica,
algo de herbívoros.
Tengo que reconocerlo,
eres un tipo duro y con las agallas de un gran
/pez
y los poemas, es estos
casos, no son más que una fosa común de
/utopías,
archivos de huellas
digitales
en el vientre de las
ciudades,
un aforismo que es la
crisálida de otro aforismo.
Me he tomado mi tiempo,
he fracturado mi sentido del humor
para escribirte,
viejo anarquista del
otoño,
también me he tumbado
semanas enteras sobre ese lado de la luna
que empieza en la rue de
l'Odeon y termina en el cementerio de
/Montparnasse,
pero jamás te he visto,
a pesar de que me han
dicho que discutes con frecuencia con
/Baudelaire
(y que ignoras olímpicamente
a Sartre).
Lo nuestro, camarada de
las estrellas, no tiene arreglo, como no la
/tiene
la soledad de los
taxistas,
creo que también esto
estaba escrito,
como todo este instante metódico en el que nos hemos
convertido.
LA PARTE CONTRATANTE DE LA PRIMERA
PARTE…
Parecería
ser muy arriesgado citar de memoria el canto de una pareja de mirlos para darte
los buenos días, pero no lo es tanto si piensas que cada noche un país cambia
de sitio para despistar a los hombres del tiempo o que un hombre llamado
Charles Osborne tuvo hipo durante 69 años. Bajo este orden heideggeriano de
ideas, el amanecer puede ser una dama de buena familia que abandona los
prejuicios de no dormir con los calidoscopios puestos para traernos a la cama
un plato lleno de besos. A este poema le calculo unos siete días de caducidad
si no lo pones en la nevera de tu corazón, sé que no aprendo y que el vuelo más
largo que ha hecho una gallina es de 13 segundos, pero eso no quiere decir para
nada que aceptes ir a mi casa y que luego la abandones subiendo por los
peldaños de las estrellas mientras que me voy a preparar las copas. Sé que
detestas que te escriba un poema político cuando aún no me he quitado el
pijama, pero ya lo sabes, si supiese el camino hacia el infinito hubiese
empezado por morderte la sonrisa o, simplemente, hubiese sobornado a un par de
ángeles para que me dejen entrar en tu cama. Es ser muy de izquierdas creer que
no me juego el pellejo cuando te toco el fin de la espalda para sentir el
inicio del amanecer, pero espero que lo entiendas, así somos de zumbados los
marxistas (es decir, los seguidores de Groucho) y no temas, a lo mucho
confiscaré esas lágrimas tuyas que endulzan la miel de las colmenas. Decir
Mandrágoras es lo mismo que decir jardín misterioso, decir jardín misterioso es
entrar a escondidas al espejo de tu habitación y jugar al dominó con tus pecas.
Ya lo sé, nunca las segundas partes fueron buenas: la luz ha vuelto a subir
este invierno, Rusia ha recogido sus enjambres de gas y no hay nadie en Europa
del este que no sepa que los hombres son 6 veces más susceptibles de ser
golpeados por un rayo que las mujeres. Hace exactamente un minuto han
secuestrado el pensamiento de un árbol que se negó a ser talado en Brasil y
hace unos segundos se acaba de caer el resto de este poema de la hoja de papel,
felizmente sólo era la parte contratante de la primera parte de otro poema que
jamás ibas a leer, para qué engañarnos.